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19 de julio de 2014

#Antes-de-ayer

Cuando empecé a escribir escribía cosas ridículas.
No creo haber progresado.

En el camino han quedado algunos poemas inocentes y hermosos.
Quizás solo inocentes.
Qué importa.

Por ej.

***

#1

La dilación de los días

El abandono
evidente en el desparramo azaroso de objetos a su alrededor
y el gesto extraviado en franco composé.

Los ojos fijos en el techo
el techo repleto de hendijas tan enigmáticas como absorbentes agujeros negros
y el turbio deseo de soltarlo todo y perderlo,
por odio primero, pero también por amor

impresiones únicas atesoradas como reliquias,
recuerdos catalogados por estación, 
todavía un arsenal de palabras suntuosas
con que enjabonar su cuerpo;
la vecindad del último roce,
la evocación cincelada del primer beso.

tampoco el frío se apiada de él,
embalsamado allí en pleno infortunio,
y elije trepar por su tobillo,
entre el dobladillo alto y las zapatillas desatadas.

Le hacen falta medias.


y su mujer.

#2

Uso actual

Tarde o temprano nos ajustaremos al uso actual
y ninguno de nuestros compañeros outsiders rasgará su vestidura.
No iremos a parar al cadalso,
(era uno de esos inventos del hombre denodado)
y como no recibimos nunca heridas de muerte,
nadie nos recordará al fin como sobrevivientes.

No es que no quiera
pero es cosa de suerte también.
Siempre toca y no es loca sino inconciente, que no es lo mismo.
Entonces puede que nos deje acá parados donde estamos
y vaya por otros.

Por ahora sentate.
Acerquemos todo lo que nos resulte indispensable.
Ahí esta.

Hagamos como que no sabemos,
así yo te pregunto como te pregunté hace años
y vos respondés como respondiste hace años.

Es un ejercicio:
Se trata de prometernos futuro
sin ésta solemnidad adulterada con que viene últimamente.


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