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19 de julio de 2014

Nebulosa pampeana #1

Y un día descubro que soy yo

no el hombre que vende cupcakes
ni esas chicas a las que Amelie condenó a la afectación
sino yo

a mi también me endulza un título francés
y cometo la pedantería de calificar a un verso según su textura
digo
"demasiado rugoso”
quiero decir:
yo también creo merecer a Michael Fox lo mismo que toda mi generación
y gasto mi dinero en cosas pequeñas y bonitas
que van delante de los libros objeto que acomodo en estos
/ estantes irregulares de mi biblioteca
y mi biblioteca es una foto
o es una modelo en pose
ya no lo se
en definitiva
mis libros de anagrama están ordenados por color
y los coronan mis souvenirs del malba
y uso mac porque en serio les digo, es más estable
¡en serio!
yo también soy esa víctima del hambre del hombre
y por eso me preocupo

creo que nos hemos metido con la belleza
creo que nos hemos hecho de un papel con el que allanar la estética
y con ella en nuestras manos repugnantes
alcanzamos un grado de cinismo superior

no se como explicarlo
en verdad no lo se
pero la culpa no es de la chica que desde hace trece años
hunde sus manos en idílicas bolsas de granos de café
ni del chico que ahorra para filmar en súper ocho
no hay nada que reprochar
realmente no lo hay

todo esta bien
..

pero ahí va el hombre succionando al hombre
el hombre convenciendo al hombre
el hombre dejándose arrastrar por el hombre

y todo gracias a la sádica utilización de la tipografía justa

#Antes-de-ayer

Cuando empecé a escribir escribía cosas ridículas.
No creo haber progresado.

En el camino han quedado algunos poemas inocentes y hermosos.
Quizás solo inocentes.
Qué importa.

Por ej.

***

#1

La dilación de los días

El abandono
evidente en el desparramo azaroso de objetos a su alrededor
y el gesto extraviado en franco composé.

Los ojos fijos en el techo
el techo repleto de hendijas tan enigmáticas como absorbentes agujeros negros
y el turbio deseo de soltarlo todo y perderlo,
por odio primero, pero también por amor

impresiones únicas atesoradas como reliquias,
recuerdos catalogados por estación, 
todavía un arsenal de palabras suntuosas
con que enjabonar su cuerpo;
la vecindad del último roce,
la evocación cincelada del primer beso.

tampoco el frío se apiada de él,
embalsamado allí en pleno infortunio,
y elije trepar por su tobillo,
entre el dobladillo alto y las zapatillas desatadas.

Le hacen falta medias.


y su mujer.

#2

Uso actual

Tarde o temprano nos ajustaremos al uso actual
y ninguno de nuestros compañeros outsiders rasgará su vestidura.
No iremos a parar al cadalso,
(era uno de esos inventos del hombre denodado)
y como no recibimos nunca heridas de muerte,
nadie nos recordará al fin como sobrevivientes.

No es que no quiera
pero es cosa de suerte también.
Siempre toca y no es loca sino inconciente, que no es lo mismo.
Entonces puede que nos deje acá parados donde estamos
y vaya por otros.

Por ahora sentate.
Acerquemos todo lo que nos resulte indispensable.
Ahí esta.

Hagamos como que no sabemos,
así yo te pregunto como te pregunté hace años
y vos respondés como respondiste hace años.

Es un ejercicio:
Se trata de prometernos futuro
sin ésta solemnidad adulterada con que viene últimamente.