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24 de febrero de 2012

Agujeros negros #4

el empujón de humo
la sustracción inadvertida
la certeza opera como el carterista
muerde los pies como un temblor
congelando el verbo en que se la ve ir
y en ese instante helado en que sopesa
cuanto se ha llevado consigo
la vida adquiere un matiz bélico
como un himno bárbaro
o un cadalso a medio alzar
o se cubre de piedras como el fondo de un curanto
y se vuelve tierra ardiente
triste vida anudada a la tierra
ardiendo bajo su propio fuego

la certeza se despliega sobre 
hombros distraídos
se instala en uno como un circo 
y si monta un juego desgraciado es para que soltemos el timón
que a la sazón
ha de estar roto  
entonces la vida
odio y pelea
resignación y cuenta muerta
flota como la memoria o hace como si no entendiera
o se acomoda como una flor dentro de un libro
para no perder la estructura
para mantenerse seca

23 de febrero de 2012

Reconocidos por poseer cabezas duras + Corso


(Testa Dura)

la mia testa e una testa delicata
Las estupideces del martín pescador
               forman una bandada en mi cerebro
donde se ha ido mi anterior
               felicidad
cuando la sabiduría
                solsticio mi cerebro
tan propicio a la
               labor de las palabras
O gran pedo del cielo
vi anticipadamente
               tu luz

Las nubes son sobres de agua
                hechos de aire
               arrojando fuego
Eso es lo que quiero decir con
Oh gran pedo del cielo
Soy ese niño
                lustrabotas de los dioses
después de todo fui yo
el que se sentó en el inodoro
                de un viejo y olvidado dios
Con amor, por el pensamiento,
               las montañas cubiertas de azul
y los cipreses en descenso
se mueven sin moverse
               para mis ojos amantes

Y las tormentas
y las nubes batientes
que topan
como lo hacen los carneros
con sus cuernos grandes
                a las nubes femeninas
expresan su amor
hacen bebés
                de lluvia



Gregory Corso, Estados Unidos - 1930/2011

21 de febrero de 2012

Espérance


A David Diop, Versos 1-12

Y es verdad que nosotros estamos heridos
en el punto más bajo de la esperanza
pero la esperanza en nosotros nunca ha plegado su ala
ella asciende en nuestros horizontes humanos
como un brote fresco en apertura
allí vive en nosotros la esperanza invencible
tronando en los talones de la libertad
en el debido curso atrapa al alba con grandes suministros
de piedras
contra el muro que finalmente crujirá
porque no dejaremos ni el trozo más pequeño
a los demonios de la desesperación


Joachim Paulin
Traducciones de Rafael Patiño

Joachim Paulin nació en Cotonou, Dahomey, Benín, en 1931. Después de efectuar estudios de Derecho en Lyon, y en la Escuela Superior de Periodismo de París, entra al Servicio Político de France Soir, y deviene redactor en jefe del Magazine panafricano Bingo, después fundador y director de la revista Décennie II. Fue Secretario de Philippe Soupault. Obra poética: Un Nègre raconte (Un negro relato), 1954 ; Anti-Grâce (Anti-Gracia), 1967; Oraison pour une Renaissance (Oración para un renacimiento), 1984; Éclairs d’ébène et de diamant (Relámpagos de ébano y diamante), 2002. Reside actualmente en Francia.

14 de febrero de 2012

Leopoldo, «El Duque»

El Desierto
A Arturo y Clara Botella
En el desierto
                 uno es la sombra
la hendidura
por donde pasa la muerte
o el día siguiente

uno vive su tumba
                 a oscuras
dentro de su carne,
oyendo cómo el viento se lleva el día
y el polvoriento mar,
que golpea sin aire
                 contra el aire
su mariposa negra.

Aquí
las constelaciones cargan
al escorpión
y el hombre se envenena
si pronuncia, a solas, su propio nombre en la noche.

Sólo cuando el médano rojo
espanta a la luna,
después que el espacio se ha devorado,
recién entonces
                                  lo que queda de uno
                                                   cicatriza.

LTC
***
Leopoldo Teuco Castilla nació en Salta, Argentina en 1947. Ha publicado los siguientes libros de poemas: El espejo de fuego, 1968; La lámpara en la lluvia, 1971; Generación terrestre, 1974; Versión de la materia, 1982; Campo de prueba, 1985; Teorema Natural, 1991; Baniano, 1995; Nunca, 2001 (Premio de Poesía del Fondo Nacional de las Artes); Libro de Egipto, 2002; Línea de Fuga, 2004; Bambú, 2004; y El Amanecido, 2005. En el año 2001 fue publicada una Antología del autor por el Fondo Nacional de las Artes. En 1999 publicó El árbol de la copla. Como narrador ha publicado: Odilón, 1975 y La luz naranja, 1984. Fue invitado por la Unión Soviética para escribir un libro que la Editorial Progreso de Moscú publicó en 1990, Diario en la Perestroika. También es autor de Nueva poesía argentina, 1987; Poesía argentina actual, 1988; La canción del Ausente, cuentos, 2006 y la novela El Arcángel, 2007. Recibió premios nacionales e internacionales. En el año 1976 fue perseguido por la Dictadura Militar y debió exiliarse en España. Poesía suya ha sido traducida al inglés, francés, italiano, sueco, portugués y ruso. Sobre su cuento La redada se filmó el largometraje homónimo dirigido por Rolando Pardo. Por su libro Nunca recibió el Primer Recibió el Premio Municipal de Poesía de la Ciudad de Buenos Aires 1998-1999.

11 de febrero de 2012

A little nugget of E.L #2

MESTER DE JUGLARÍA 

Ocio increíble del que somos capaces, perdónennos
los trabajadores de este mundo y del otro
pero es tan necesario vegetar.
Dormir, especialmente, absorber como por una pajilla delirante
en que todos los sabores de la infelicidad se mixturan
rumor de vocecillas bajo el trueno estos monstruos
nuestras llagas
como trocitos de algo en un calisdoscopio.

Somos capaces de esperar que las palabras nos duelan
o nos provoquen una especie de éxtasis
en lugar de signos drogas
y el diccionario como un aparador en que los niños perpetran sus asaltos nocturnos
comparación destinada a ocultar el verdadero alcance de nuestros apetitos
que tanto se parecen a la desesperación a la miseria
Ah, poetas, no bastaría arrodillarse bajo el látigo
ni leernos, en castigo, por una eternidad los unos a los otros.
En cambio estamos condenados a escribir, y a dolernos del ocio que conlleva este paseo de hormigas
esta coda de nada y para nada fatigosa como el álgebra
o el amor frío pero lleno de violencia que se practica en los puertos.

Ocio increíble del que somos capaces yo he estado almacenando
mi desesperación durante este invierno,
trabajadores, nada menos que en un país socialista
He barajado una y otra vez mis viejas cartas marcadas
Cada mañana he despertado más cerca de la miseria
esa que nadie puede erradicar,
y coño, qué manera de dormir
como si germinara a pierna suelta
sueños insomnes a fuerza de enfilarse a toda hora frente a un amor frío pero lleno de violencia como un sargento borracho
estos datos que se reúnen inextricables
digámoslo así en el umbral del poema
cosas de aspecto lamentable traídas no se sabe para qué desde todos los rincones del mundo
(y luego hablaron de la alquimia del verbo)
restos odiosos amados en una rara medida
que no es la medida del amor

De manera que hablo por experiencia propia
Soy un sabio en realidad en esta cosa de nada y para nada y francamente me extraña
que los poetas jóvenes a ejemplo del mundo entero se abstengan de figurar en mi séquito
Ellos se ríen con seguridad de la magia
pero creen en la utilidad del poema en el canto.

Un mundo nuevo se levanta sin ninguno de nosotros
y envejece, como es natural, más confiado en sus armas que en sus himnos

Trabajadores del mundo, uníos en otra parte
ya os alcanzo, me lo he prometido una y mil veces, sólo que no es éste el lugar digno de la historia,
el terreno que cubro con mis pies
perdonad a los deudores morosos de la historia
a estos mendigos reunidos en la puerta de servicio
restos humanos que se alimentan de restos
Es una vieja pasión la que arrastramos
Un vicio, y nos obliga a una rigurosa modestia
En la Edad Media para no ir más lejos
no llenaron la boca con la muerte,
y nuestro hermano mayor fue ahorcado sin duda alguna por una cuestión de principios

Esta exageración
es la palabra de la que sólo podemos abusar
de la que no podemos hacer uso -curiosidad vergonzante-, ni mucho menos aún cuando se nos emplaza a ello
en el tribunal o en la fiesta de cumpleaños
Y siempre a punto de caer en el absurdo total
habladores silentes como esos hombrecillos del cine mudo -que en paz descansen-
cuyas espantosas tragedias parodiaban la vida:
miles de palabras por sesión y en el fondo un gran silencio glacial
bajo un solo de piano de otra época
alternativamente frenético o dulce hasta la naúsea

Esta exageración casi una mala fe
por la que entre las palabras y los hechos
se abre el vacío y sus paisajes cismáticos donde hasta la carne parece evaporarse
bajo un solo de piano glacial y en lugar de los dogmas surge
bueno, la poesía este gran fantasma bobo
ah, y el estilo que por lo cierto no es el hombre
sino la suma de sus incertidumbres
la invitación al ocio y la desesperación y a la miseria

y este invierno para no ir mas lejos lo desaproveché pensando
en todo lo relacionado con la muerte
preparándome como un tahúr en su prisión
para inclinar el azar en mi favor
y sorprender luego a los jugadores del día
con este poema lleno de cartas marcadas
que nada dice y contra el cual no hay respuesta posible y que ni siquiera es una interrogación
un as de oro para coronar un sucio castillo de naipes una cara marcada una de esas
que suelen verse en los puertos ellas nos hielan la sangre
y nos recuerdan la palabra fatal
un resplandor en todo diferente de la luz
mezclado a historias frías en que el amor se calcina

Todo el invierno ejercicios de digitación en la oscuridad de modo que los dedos vieran manoseados
estos restos
cosas de aspecto lamentable que uno arrastra y el ocio
de los juglares, vergonzante
padre, en suma, de todos los poemas:
vicios de la palabra

Estuve en casa de mis jueces. Ellos ahora eran otros no me reconocieron
Por algo un envejece, y hasta podría hacerlo, según corren los tiempos, con una cierta dignidad
Espléndida gente. Sólo que, como es natural, alienados
Televidentes escuchábamos al líder yo también caía en una especie de trance

No seré yo quien transforme el mundo
Resulta, después de todo, fácil decirlo,
y, bien entendido, una confesión humillante
puesto que admiro a los insoportables héroes y nunca han sido tan elocuentes quizás
como en esta época llena de sonido y de furia
sin más alternativa que el crimen o la violencia

Que otros, por favor, vivan de la retórica
nosotros estamos, simplemente, ligados a la historia
pero no somos el trueno ni manejamos el relámpago

Algún día se sabrá
que hicimos nuestro oficio el más oscuro de todos o que intentamos hacerlo
Algunos ejemplares de nuestra especie reducidos a unas cuantas señales de lo que fue la vida en estos tiempos
darán que hablar en un lenguaje todavía inmanejable

Las profecías me asquean y no puedo decir más.



Enrique Lihn, de La musiquilla de las esferas

10 de febrero de 2012

Proyección #1

imposible perderla
pensó
imposible

la sombra
de aparente humor inglés
musitaba cierto
bloody fool
acaso un marvelous

la muerte
reflexionó
tiene que ser peor:

anacrónica por derecho
irónica de oficio
debe vivir repitiendo
todos los caminos conducen a
etcétera

la sombra y la muerte
tembló
tan esclavas del hombre como dueñas de sí
son una y otra
negativo y positivo
del primer olvido fotografiado

Beltrán Cienfuegos - Proyecciones, 1993

47 (El muerto)

La libertad es algo
que sólo en tus entrañas
bate como el relámpago
Miguel Hernández

8 de febrero de 2012

***

Lluvia

Llueve y tú dices es como si las nubes
lloraran. Luego te cubres la boca y apresuras
el paso. ¿Como si esas nubes escuálidas lloraran?
Imposible. Pero entonces, ¿de dónde esa rabia,
esa desesperación que nos ha de llevar a todos al diablo?
La Naturaleza oculta algunos de sus procedimientos
en el Misterio, su hermanastro. Así esta tarde
que consideras similar a una tarde del fin del mundo
más pronto de lo que crees te parecerá tan sólo
una tarde melancólica, una tarde de soledad perdida
en la memoria: el espejo de la Naturaleza. O bien
la olvidarás. Ni la lluvia, ni el llanto, ni tus pasos
que resuenan en el camino del acantilado importan;
Ahora puedes llorar y dejar que tu imagen se diluya
en los parabrisas de los coches estacionados a lo largo
del Paseo Marítimo. Pero no puedes perderte.

R.B

2 de febrero de 2012

Viva Raúl (González Tuñon)


La luna con gatillo
Es preciso que nos entendamos.
Yo hablo de algo seguro y de algo posible.
Seguro es que todos coman
y vivan dignamente
y es posible saber algún día
muchas cosas que hoy ignoramos.
Entonces, es necesario que esto cambie.
El carpintero ha hecho esta mesa
verdaderamente perfecta
donde se inclina la niña dorada
y el celeste padre rezonga.
Un ebanista, un albañil,
un herrero, un zapatero,
también saben lo suyo.
El minero baja a la mina,
al fondo de la estrella muerta.
El campesino siembra y siega
la estrella ya resucitada.
Todo sería maravilloso
si cada cual viviera dignamente.
Un poema no es una mesa,
ni un pan,
ni un muro,
ni una silla,
ni una bota.
Con una mesa,
con un pan,
con un muro,
con una silla,
con una bota,
no se puede cambiar el mundo.
Con una carabina,
con un libro,
eso es posible.
¿Comprendéis por qué
el poeta y el soldado
pueden ser una misma cosa?
He marchado detrás de los obreros lúcidos
y no me arrepiento.
Ellos saben lo que quieren
y yo quiero lo que ellos quieren:
la libertad, bien entendida.
El poeta es siempre poeta
pero es bueno que al fin comprenda
de una manera alegre y terrible
cuánto mejor sería para todos
que esto cambiara.
Yo los seguí
y ellos me siguieron.
¡Ahí está la cosa!
Cuando haya que lanzar la pólvora
el hombre lanzará la pólvora.
Cuando haya que lanzar el libro
el hombre lanzará el libro.
De la unión de la pólvora y el libro
puede brotar la rosa más pura.
Digo al pequeño cura
y al ateo de rebotica
y al ensayista,
al neutral,
al solemne
y al frívolo,
al notario y a la corista,
al buen enterrador,
al silencioso vecino del tercero,
a mi amiga que toca el acordeón:
-Mirad la mosca aplastada
bajo la campana de vidrio.
No quiero ser la mosca aplastada.
Tampoco tengo nada que ver con el mono.
No quiero ser abeja.
No quiero ser únicamente cigarra.
Tampoco tengo nada que ver con el mono.
Yo soy un hombre o quiero ser un verdadero hombre
y no quiero ser, jamás,
una mosca aplastada bajo la campana de vidrio.
Ni colmena, ni hormiguero,
no comparéis a los hombres
nada más que con los hombres.
Dadle al hombre todo lo que necesite.
Las pesas para pesar,
las medidas para medir,
el pan ganado altivamente,
la flor del aire,
el dolor auténtico,
la alegría sin una mancha.
Tengo derecho al vino,
al aceite, al Museo,
a la Enciclopedia Británica,
a un lugar en el ómnibus,
a un parque abandonado,
a un muelle,
a una azucena,
a salir,
a quedarme,
a bailar sobre la piel
del Último Hombre Antiguo,
con mi esqueleto nuevo,
cubierto con piel nueva
de hombre flamante.
No puedo cruzarme de brazos
e interrogar ahora al vacío.
Me rodean la indignidad
y el desprecio;
me amenazan la cárcel y el hambre.
¡No me dejaré sobornar!
No. No se puede ser libre enteramente
ni estrictamente digno ahora
cuando el chacal está a la puerta
esperando
que nuestra carne caiga, podrida.
Subiré al cielo,
le pondré gatillo a la luna
y desde arriba fusilaré al mundo,
suavemente,
para que esto cambie de una vez.