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31 de octubre de 2011

Distante relumbrar + Bélgica

Mi interés por Bélgica no se debe a la obra de Georges Rémi (Hergé), creador de las historietas de Tintín, ni a los escritores Georges Simenon y Hugo Claus. Tampoco al cantautor Jacques Brel o al ciclista Eddy Merckx. Ni siquiera a la genialidad de los pintores James Ensor, Paul Delvaux y René Magritte.    
Mi interés por Bélgica, ni me jacto ni me lo reprocho, nace en las escasas pero refulgentes aproximaciones al gol del mítico Thomas Buffel.


El año pasado, impulsado por este interés y gracias a un publicación de la revista ilustrada de poesía El jabalí, conseguí leer a algunos poetas belgas contemporáneos.


de Véronique Wautier (Bruselas 1954)

Douce densité du bleu 

Cuando el amanecer es redondo
como el pan
acercas tu boca
de la boca de los demás

Y lo que murmuras
o besas
ríe bajo la lengua
cuyo secreto aguardas
en aquel amanecer


On déposerait l’âme/ Qui a beaucoup marché/ Sur le dos d’un héron/ L’été 
s’avancerait/ Comme un pas dans la brume/ Une barque d’abeilles/ C’est 
Quand le matin est rond/ Comme le pain/ Tu approches ta bouche/ De la 
bouche des autres/ Et ce que tu chuchotes/ Ou embrasses/ Rit sous la 
langue / Dont ce matin-là/ Tu as le secret/ (Douce densité du bleu) 

Tout est jardin

Abro la puerta
en una lluvia de verano
un poco de cielo descansa
sobre la queja del agua
Una felicidad vulnerable
me roza el hombro
Esta noche la vida es un hogar.


J’ouvre la porte/ Sur une pluie d’été/ Un peu de ciel repose/ Sur la plainte de 
l’eau/ Un bonheur vulnérable/ M’effleure l’épaule/ Ce soir la vie est une mai- 
son/ (Tout est jardin) 

de André Schmitz (Ardenas 1929)

Tres cuchillos

He aquí tres cuchillos vírgenes:
uno para la novedad de la mirada
otro para la frescura de la lengua
un tercero para el despertar de la garganta.


Háganlo rápido y fuerte
(pide la acusada).
Que las tres hojas se encuentren
en donde ustedes no puedan alcanzarme.

Y, les ruego,
no permitan que sus gestos se estremezcan
con un inútil temblor.


Voici trois couteaux vierges:/ un pour la nouveauté des yeux/ un pour la fraî-
cheur de la langue/ un troisième pour l’éveil de la gorge./ Faites vite et fort/
(demande l’Accusée)./ Que les trois lames se rencontrent/ là où vous ne
pouvez me rejoindre./ Et, je vous prie,/ ne laissez pas vos gestes trembler/
d’un inutile frisson.



Poesia Belga Contemporanea.pdf


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