Un estrépito lacónico
acabó desenmascarándolo todo:
lo desolado, lo fuera de sitio, lo insólitamente propio,
así como un estornudo sobre el silencio de varios cuerpos
reunidos
desnuda el espacio anónimo que los separa.
Dóciles de puro miedo se entrelazan en un único temblor
vida y esmero:
anudado al tiempo late el corazón,
detrás del pálpito un mississippi, dos mississippi, tres
mississippi,
bombea, sangra, devora el presente el músculo
sobre la vibrante maquina del día.
Y la noche cae como algodón o como guillotina
acaso dependiendo de qué voz la obligue a confesar
la razón de su negrura.
te comparto una:
ResponderEliminarSi por mi fuera
colgaría en cada árbol de mi cuadra
una declaración de amor
a tu persona.
Y que el cielo
se nos caiga.
Y que ladren
y que muerdan
y que exploten
todos los que la lean.
Pero no puedo.
Porque si llegaras a pasar
y la leyeras
y acaso te rieras,
o a negarla te atrevieras
por temor
a que ladren
a que muerdan
a que exploten,
no podría soportarlo.
Y tendría que morirme
o matarte
o mudarme.
Si por mí fuera.
Se llama "poema condicional"
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