así
como quien hace temblar la rama de un ciruelo
así debe de hacerse con los días
porque los días
a partir de algún noviembre
caen
secos como frutos olvidados
u olvidados como frutos secos
sobre la noche cantero
los días se desploman y rebotan
y la noche:
muda en su rol de cama elástica
acaso un mero chirrido de resortes
mientras hombres y mujeres
abrojados al momentum
proponen matrimonio arriba
y se inscriben en gimnasios abajo.
están en cambio
los que sostienen que los días se echan a volar
como palomas en una fiesta
como palomas en una fiesta
afirman que en morir se tarda lo mismo
que en sacar el polvo de un mantel
uno
dos
tres sacudones
¡Me encanta!
ResponderEliminarGracias, bonita.
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