No creo haber progresado.
En el camino han quedado algunos poemas inocentes y hermosos.
Quizás solo inocentes.
Qué importa.
Por ej.
***
#1
La dilación de
los días
El abandono
evidente en el desparramo azaroso de objetos a su alrededor
y el gesto extraviado en franco composé.
Los ojos fijos en el techo
el techo repleto de hendijas tan enigmáticas como
absorbentes agujeros negros
y el turbio deseo de soltarlo todo y perderlo,
por odio primero, pero también por amor
impresiones únicas atesoradas como reliquias,
recuerdos catalogados por estación,
todavía un arsenal de palabras suntuosas
con que enjabonar su cuerpo;
la vecindad del último roce,
la evocación cincelada del primer beso.
tampoco el frío se apiada de él,
embalsamado allí en pleno infortunio,
y elije trepar por su tobillo,
entre el dobladillo alto y las zapatillas desatadas.
Le hacen falta medias.
y su mujer.
#2
Uso actual
Tarde o temprano nos ajustaremos al uso actual
y ninguno de nuestros compañeros outsiders rasgará su vestidura.
No iremos a parar al cadalso,
(era uno de esos inventos del hombre denodado)
y como no recibimos nunca heridas de muerte,
nadie nos recordará al fin como sobrevivientes.
No es que no quiera
pero es cosa de suerte también.
Siempre toca y no es loca sino inconciente, que no es lo
mismo.
Entonces puede que nos deje acá parados donde estamos
y vaya por otros.
Por ahora sentate.
Acerquemos todo lo que nos resulte indispensable.
Ahí esta.
Hagamos como que no sabemos,
así yo te pregunto como te pregunté hace años
y vos respondés como respondiste hace años.
Es un ejercicio:
Se trata de prometernos futuro
sin ésta solemnidad adulterada con que viene últimamente.
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