Y un día descubro que
soy yo
no el hombre que
vende cupcakes
ni esas chicas a las
que Amelie condenó a la afectación
sino yo
a mi también me endulza
un título francés
y cometo la
pedantería de calificar a un verso según su textura
digo
"demasiado rugoso”
quiero decir:
yo también creo
merecer a Michael Fox lo mismo que toda mi generación
y gasto mi dinero en
cosas pequeñas y bonitas
que van delante de
los libros objeto que acomodo en estos
/ estantes irregulares de mi biblioteca
y mi biblioteca es una
foto
o es una modelo en
pose
ya no lo se
en definitiva
mis libros de anagrama
están ordenados por color
y los coronan mis
souvenirs del malba
y uso mac porque en
serio les digo, es más estable
¡en serio!
yo también soy esa
víctima del hambre del hombre
y por eso me preocupo
creo que nos hemos metido con la belleza
creo que nos hemos hecho de un papel con el que allanar la estética
y con ella en nuestras manos repugnantes
alcanzamos un grado
de cinismo superior
no se como explicarlo
en verdad no lo se
pero la culpa no es
de la chica que desde hace trece años
hunde sus manos en
idílicas bolsas de granos de café
ni del chico que ahorra
para filmar en súper ocho
no hay nada que
reprochar
realmente no lo hay
todo esta bien
pero ahí va el hombre
succionando al hombre
el hombre
convenciendo al hombre
el hombre dejándose
arrastrar por el hombre
y todo gracias a la sádica utilización
de la tipografía justa